lunes, 24 de marzo de 2014

Cúspide...



Intentando encontrar un paraíso infinito en el medio de tus ojos,
 para poder descansar en tu calma…
 La voz que hace eco en mi centro, la luz que irradia de tus poros,
 mágica combinación de la imperfección hecha sombra,
 del Sol hecho Noche…

Me recuesto en tus hombros,

 imaginando posibles escenarios, 
dónde prolongar el tiempo hecho risas y sueños.

En mis astros la oscuridad que desvanece mis plegarias,

 esparciendo polvo en mis manos,
 la ruta de tus pieles… 
Convirtiéndonos en lo que no somos,
 hablando de lo que no existe, 
extiendes mi asombro por ese mundo que me lo da todo.


Y ahí estas apareciendo en mis huesos rodeándolo todo,

 como un abrazo impenetrable en una noche sin sueños…
Podrías ser quien desdibuje mi locura y emancipe mis ideas?...


 Supongo creer que me racionalidad me salvara de mi misma,

 cuando más sola me siento…
 Buscando ser la marea que sorprenda en tu alma,
 la hechicera de tu piel, el encanto del momento hecho brisa…

Música que transita tu columna,

 que traza fragmentos de colores en mi panza y descubre mis miedos,
 que dejan de ser míos, y pasan a ser tuyos…

Podrías ser quien suavice mi sombra y contenga mi andar?...

 Quién me lleve hacia dónde quiero llegar?...
Podría ser yo quien acaricie tus duendecillos que juegan en tu pelo, 

quién desenrede tus ruinas y prolongue tus anhelos.

Podrías ser todo o podrías ser nada… 

Conjunción perfecta de pulsaciones intensas,
 hasta llegar al apogeo de lo que somos…
 Blanca cúspide de acero, inescrutable.