Tengo mil amaneceres en el armario
De sueños libres, desorganizados…
Tengo una orquídea en mi pelo, y una rosa en mis labios...
la serenidad en el alma, en momentos de caos...
... Tengo un sentir sincero, que se acurruca cuando lloro
que se duerme cuando pienso...
Tengo telas de arañas en mi techo, que reposan en mis hombros
y despiertan en mi centro.
Tengo el color del día en mis ojos,
y el sabor de mis risas en los labios...
Tengo un reducto perpetuo
Por donde se filtran mis lamentos…
Tengo la simpleza en mis manos y la dureza en mi rostro,
tengo las sensaciones que todos tenemos cuando nos perdemos…
Tengo la cobardía que me invita a resistir,
de mis peores recuerdos…
Tengo miles de palabras atoradas, y oídos cansados,
tengo razones para explotar de felicidad…
Tengo bajo la ropa un corazón fatigado, de ruidos y soledades
Un corazón bueno, que intenta despertarme,
Un corazón que quiere repararse.
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