lunes, 4 de julio de 2011

Piélago...





La noche se perfuma de un suave matiz
En la luna brillan las sombras
Del tiempo que ha dejado de correr…

Mi cuerpo esta tieso sobre el mar
Sintiendo recorrer la sangre
Que me permite vivir…

Mis ojos observan lo que está frente de mí
La inmensidad profunda de sentirme pequeña,
El rezo de los dioses
Retumbando en el vació de los cielos.

Música que transporta hacia un sitio desconocido
Donde nadie puede herir
Donde nada tiene un sentido añadido…

Crujen los acordes de una mágica guitarra
La procesión de mi alma,
Mi cuerpo danzando
En la inmediatez perfecta de la oscuridad...
El soplo de tu voz
Jadea sobre mi pelo,
Vertiginosa cúspide de acero
Inescrutable.

Callas y dibujas tus encantos
En la arena gastada de mis ojos,
A la deriva los pensamientos
Y al descubierto nuestros astros…

El espejismo inconcebible
Se hace tangible en nuestro cuerpo,
Se acallan los temores
Se pierden los consuelos…

La nada inaudita
En el todo del momento,
El resumen del amor
En la tempestad de la sal…

Los maravillosos delirios
De la mente,
En la libertad de sentirlos verdaderos
.Sensatos.

No hay comentarios: