En el recóndito abismo de mi alma
Se cuela una sonrisa reflejada en la
pared,
Son aquellos gestos y recuerdos
Que me vuelven frágil y tranquila…
Las manos suaves de quien acoge mis
tiempos
De tormentas y truenos,
Los ojos de la luz que aparecen
Cuando todo se vuelve ciertamente negro…
Es cuando se que esta la sensación cautiva
De la presencia que me acompaña y libera,
Porque nos volvemos imperfectos ante
tanta destrucción
Pero nos volvemos agradecidos ante tanta
inmensidad…
Donde se cuela una palabra en mis oídos
Capaz de hacerme despertar,
De lo que más temo en mis sueños
De la más fría soledad…
Aparece fugitiva y serena
Tímida y penetrante,
Dulce y real…
Real ante la densidad del tiempo…
Real ante mi.
Sos quien sostiene mi bandera
Yo soy la tierra que busca cosechar
Los frutos de esperanzas perdidas
Entre la sequedad…
Delineando los paisajes
De infancias y consuelos,
Recreando el presente
Con tu presencia perfumada…
Me dedico a saborear los placeres de
tenerte
A mi lado,
Por tu sinceridad infinita
Por tu magia de vivir…
Somos pájaros buscando libertad…
En este vuelo sin cesar,
Eres mi compañía y mi amiga.
La fiel reseña del amor incondicional.
Para mi amiga Vicky, a la cual amo con
todo mi corazón…
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