domingo, 15 de febrero de 2009

Decadencia



Relato de una realidad disfrazada de carismas y derrotas, repugnante recuerdo inexorable a las templanzas del alma.
Lascivo vaho de cuerpos coléricos, aturdidos ante caóticas sinfonías delirantes.
Y en el remanso de la vida, deambulando hacia la deriva, un alma muere y otra suplica vida.
No hay razones sublimes, para creer o dejar de creer, solo represiones internas anhelando libertad, hay mentes dementes agotando su sentido de cordura ante tanta densidad aglomerada.
Colapsadas ambiciones conjuntas deshumanizan corazones cerrados, nos volvemos quebradizos y vanos cuando sentimos que el “no sentido” se va apoderando de nuestra realidad cotidiana y nos sucumben las ganas de seguir, perdiendo el rumbo de nuestra dirección extraviada, buscando un delito que nos haga sentir vivos.
Rostros desdibujados persiguen sueños buscando muecas que oculten su fracaso; abatido sentimiento monótono va aburriendo mentes desgastadas.
Se ignoran los valores, mientras nos vamos convirtiendo en insignificantes cuerpos desalmados, vivimos enfurecidos con el tiempo, cargadas de insaciable egoísmo que nos exige tener cada vez más y mas, para así poder sentirnos satisfechos y agraciados por la vida…
Mientras que nos cegamos a los detalles que nos rodean que alimentan nuestra alma y cuerpo, los mismos que nos hacen sentir libres, amados llenos de energía.
Deberíamos razonar y empezar a sentir la vida misma, romper los esquemas, y la auto-ambición, buscando y comprendiendo la razón de nuestra existencia en este mundo olvidado.

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