martes, 16 de junio de 2009

Ruinas



Taumatúrgico eco discontinuo
Repitiéndose en las paredes de un salón abandonado,
El hedor que emane del suelo
Va dejando su rastro para ser encontrado.

Ligerezas de una vida anterior
Se visten de gala en una cena planeada,
El reflejo de lo que una vez existió
Enceguece al ojo que quiere ver.

Persecución de almas despiadadas
En el rellano de una alcoba viciada,
Una cama al lado de una ventana
Una voz interrumpida por lágrimas ahogadas.

Aterido epitafio gravado
Con las insignias del olvido,
Meandros oxidados en el precipicio de lo vivido
Exilio de una voz que jamás volverá a reinar.

Sinagoga desertada por los ritos de lo que fuimos
Melodía silenciosa cansada de ser escuchada,
Espasmos de una memoria espantada
Por las proyecciones de tinieblas recobradas.

Ventanal a lo prohibido
Alabanza a lo desconocido,
Cerrojos de una puerta que se olvido como abrir
Paraíso de alucinaciones ciegas.

Manos que intentan callar gemidos vencidos
En el medio del pasillo un espejo destruido,
Una casa sin alma un cuerpo sin equilibrio
Una alusión perversa en una memoria insatisfecha.

1 comentario:

Bowman dijo...

Hola florencia, elijo los momentos de más tranquilidad para leer tus poemas, no quiero que nada me distraiga. Tus palabras son siempre profundas, sacadas de lo más hondo de ti, hoy no veo las luces de otros escritos. Si convertimos en ruinas lo construido, nos costará muchisimo más volver a edificar nuestros muros, estaremos a merced de las inclemencias de la vida y será más difícil refugiarnos de ellas.
Salgamos de las ruinas, hagamos una nueva casa, de paredes sólidas, donde nada ni nadie acabe con ellas.
Muchas gracias por tu comentario en mi blog, me alegra profundamente que mis palabras te fueran de alguna ayuda. Si necesitas aligerar alguna carga, o necesitas que alguien te escuche, ya sabes donde estoy, tienes mi blog, mi e-mail, no tengo que decirte más.
Cuídate muchisimo, de verdad y hasta pronto.
Un abrazo