martes, 6 de enero de 2009

Destinos...


Sin querer apareciste en mi camino, marcando el origen de mi destino
Deseando poder cruzar la lubre muralla que nos separa.


Entre retazos de lagrimas voy escribiendo aquellos sueños y gozos que anhelo sentir…


Sobrevolando mi mente me despego de tu fuego incitador, mientras tu sonido va endulzando mis sienes una vez más.


Te vuelves vulnerable a mis silencios ensordecedores, agotas tu capacidad de ver el recoveco de mi alma vedada, que forma parte del “todo”.


Musitas levemente los sollozos de tus sentimientos, desmenuzas tus temores deshaciéndote de ellos, y entre la comisura de tus labios me pides que te bese.


El vertiginoso auge de mi cuerpo tiembla al compás de mi pecho, dimisión absoluta…me entrego libremente corrompiendo mi destino…


Colisión fortuita de dos espíritus abandonados.

Encuentro de esperanzas divergidas unidas bajo el mismo furor.

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