domingo, 23 de noviembre de 2008

Lumbrera



Anonadada ante el impetuoso espíritu detrás de mi ventana…
Voy observando cada detalle de su contorno, siento temor y a la vez fascinación por conocer su rostro.
(…aunque sepa que no tiene rostro…)
Tomo un lápiz, un papel y empiezo a dibujarlo;
Todo esta quieto y calmo, inmóvil su cuerpo y penetrante su figura ante mi.
Me agobia un fuerte calor, pero aun sigo deseando que no se marche.

(…aunque sepa que siempre estará ahí…)

Voy percibiendo una extraña sensación de horror, al no encontrar definición de su cuerpo, al desconocer perfectamente la razón de su arraigo a mi ventana.

(…aunque entienda que intenta decirme algo…)

Se aquieta mi pecho, y vuelvo a gritar palabras sin sentido, para esperar reacción de el…
Todo permanece quieto, maravillosamente inalterable ante los fuertes vientos. Un extremo silencio.
(…aunque imagine pronunciar palabras, se que su boca ha sido sellada…)

Pequeña o inmensa bestia, de ojos café y labios finos…observa detrás de mi ventana, mis movimientos y mis ritos…como esperando entender algo…
….o esperando decir algo…
Insulso y misterioso, fugaz penetrante, llena de sensaciones mis noches, bajo las penumbras de madrugadas incandescentes y matices perfectos.
Y al despertar la mañana su imagen extraña desaparecerá, esperando en vilo la caída de la tarde, para aferrarse a las maderas de aquella ventana….que ya luce vieja y arruinada.

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